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bitácora mercenaria

Las (mejores) frases de Groucho Marx

Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio.

¿A quien va usted a creer?, ¿a mi, o a sus propios ojos?

Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.

Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.

Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún ida espero leerlo.

¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Que ha hecho la posteridad por mi?

La inteligencia militar es una contradicción en los términos.

La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la televisión, voy a la biblioteca y me leo un buen libro.

He pasado una noche estupenda. Pero no ha sido esta.

Debo confesar que nací a una edad muy temprana.

Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es más de lo que ella hizo jamás.

Partiendo de la nada alcance las mas altas cimas de la miseria.

Mire que dar una fiesta y no invitarme... He estado a punto de no venir.

Citadme diciendo que me han citado mal.

El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados.

Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.

Bebo para hacer interesantes a las demás personas.

Solo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde "sí", sabes que es un corrupto.

¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú.

El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.

Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente esta demasiado oscuro para leer.

No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.

Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, esta su esposa.

El matrimonio es la principal causa de divorcio.

Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.

Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien.

Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.

Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en mi favor.

Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta.

El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima.

Oh! Nunca podré olvidar el día que me casé con aquella mujer... Me tiraron píldoras vitamínicas en vez de arroz.

¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.

M. Dumont: Dime Wolfie, cariño, ¿tendremos una casa maravillosa? Groucho: Por supuesto, ¿no estarás pensando en mudarte, verdad? M. Dumont: No, pero temo que cuando llevemos un tiempo casados, una hermosa joven aparezca en tu vida y te olvides de mí. Groucho: No seas tonta, te escribiré dos veces por semana.

Es una tontería mirar debajo de la cama. Si tu mujer tiene una visita, lo más probable es que la esconda en el armario. Conozco a un hombre que se encontró con tanta gente en el armario que tuvo que divorciarse únicamente para conseguir donde colgar la ropa.

Dices que conociste a John en un ascensor, y mi pregunta es: ¿subía o bajaba? Esto es muy importante porque, cuando bajamos en un ascensor, siempre tenemos una sensación de vacío en el estómago que a veces puede confundirse con amor. En cambio, si subía, se trata de un caso claro de flechazo a primera vista, y también demuestra que John es un joven en periodo de ascenso. (De una carta a su hija Miriam)

Mi perro no me dirige la palabra desde que le mordí.

Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna...

Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.

En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.

De todas mis admiradoras, mi ex-mujer es la más exigente: no sólo quiere mi autógrafo, lo quiere sobre un cheque en blanco.

El negocio es casarse con la secretaria. Te ahorras un sueldo y ella asume una función más.

Tras una ruptura sentimental: "Es una desagradecida, no aprecia el dinero que gasté en ella. Para Navidad, por ejemplo, le compré seis pares de medias. Y en junio, para su cumpleaños, las hice zurcir todas".

Mucha gente sostiene que el matrimonio acaba con el romance. Estoy de acuerdo: cada vez que tengo un romance mi mujer trata de acabar con él.

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